El cachondeo de los lunes con los precios de los combustibles es contagioso. Vamos a recordar brevemente en qué consiste el “efecto lunes”. Aunque oficialmente ninguna de las petroleras ha reconocido los pactos, estas se ponían de acuerdo para los lunes, el día que la Unión Europea toma los datos de precios para los combustibles, bajar los precios del combustible, de manera que a efectos de un observador externo no había variaciones notables de precios y había incluso bajadas.
Sin embargo este descenso artificial desaparecía el martes para dar un brusco subidón que duraba toda la semana, hasta el domingo a las 23:59, hora en la que el precio volvía a bajar para salir bien en la foto del lunes. Una jugarreta tan legal como sucia y rastrera, que además está en la actualidad siendo investigada por la CNE, que tras años de taparse los ojos se pone en marcha.